La promoción inadecuada de pseudociencias y productos fraudulentos a través de los medios de comunicación masivos se ha vuelto una preocupación creciente en la sociedad contemporánea. Desde hace años, se han visto recomendaciones y publicidades de diversas pseudociencias que carecen de fundamentos científicos y que no aportan beneficios efectivos a la salud pública. Esta situación es resultado, en buena parte, del desconocimiento de los comunicadores en áreas de ciencias y salud, así como de los intereses comerciales detrás de la venta de espacios publicitarios camuflados como recomendaciones médicas.
Un análisis del Ministerio de Ciencia, Sanidad, Innovación y Universidades de España ha catalogado 72 de 138 técnicas analizadas como pseudociencias, una situación alarmante que evidencia el impacto negativo en la sanidad pública y la necesidad de regular el contenido de salud que se difunde en los medios.
Entre las pseudoterapias que han sido catalogadas como prácticas no científicas se incluyen:
Además, hay otras 66 técnicas que aún están en evaluación, incluyendo terapias alternativas que, aunque pueden tener aplicaciones beneficiosas bajo ciertas circunstancias, muchas veces carecen de un respaldo científico riguroso.
FUENTE: https://www.conprueba.es/sites/default/files/multimedia/documentos/informe-exploratorio.pdf
La difusión de información no respaldada por evidencia científica ha llevado a situaciones muy perjudiciales. La reciente pandemia de COVID-19 mostró cómo la desinformación puede generar daños masivos, desde la promoción de sustancias tóxicas hasta campañas anti-vacunas, lo que claramente atenta contra la salud pública de los ciudadanos.
Con el fin de proteger la salud física y mental de los ciudadanos, proponemos la implementación de medidas administrativas y legislativas que garanticen que la información divulgada sobre salud en los medios de comunicación sea veraz y no perjudicial. Específicamente, solicitamos:
El Proyecto de Ley para cuidar la salud pública desde los medios de comunicación es un paso necesario para preservar el bienestar de la población y asegurar que la información sobre salud sea fidedigna. La promoción irresponsable de pseudociencias y productos engañosos no solo afecta a los individuos en situaciones de vulnerabilidad, sino que también pone en peligro la salud colectiva. Es momento de establecer mecanismos reguladores que protejan a los ciudadanos y garanticen una comunicación responsable en materia de salud.
Autor: Pablo G. Salum